Bodega

Lagarde conserva su bodega original construida en 1897. La misma es un fiel reflejo de la imagen que queremos transmitir a través de nuestros vinos: el balance armónico entre el pasado y la innovación.

Allí, al mismo tiempo que preservamos nuestra cultura e identidad, también invertimos en tecnología de última generación para asegurar la mejor calidad en la elaboración de cada uno de nuestros vinos.